July 2017
Josue and Tony's Automotive Adventures - Part 2: ‘Small Beginnings’
The days passed, and Josue and Tony spent their time
cleaning, gardening, and fixing the family vehicles. Josue’s parents’ car, his
dad’s motorcycle, Tony’s motorcycle… They got the best treatment available in
town, and all for a whopping big price of zero dollars.
And yet, they continued in hope and expectation.
The following week, their workshop’s grand banner was ready,
and they put it on display outside the workshop to announce their business to
every passer-by. Party-goers next door stopped to enquire, and taxis and
motorists pulled over to ask for a price.
The next idea was a carwash day. Offering suds and a rinse
at a special rate, and attracting some new customers who could then spread the
word far and wide that Josue and Tony offered a carwash fit for a king.
Bit by bit, the customers came. In dribs and drabs – for a
service, an oil change, a look-over and parts replaced. Up went the cars on the
hoist, and down they came as good as new to the delight of the customers.
Not every customer agreed, however, that the price was
right. Some wished to pay less and others wished to pay more. But Josue and
Tony knew what was fair – demanding just payment and happily accepting any
bonuses the customers wished to give.
A spanner was thrown into the works when Josue needed to
disappear for a few days to go and meet his Australian parents-in-law in Lima
with his lovely wife Rosanne. They travelled by night and arrived at Lima early
in the morning with a day to relax and wander around town before her parents
arrived at the Jorge Chavez Airport in Lima.
Taking taxis, strolling along the coast and trying the best
of the local and exotic cuisines, he enjoyed this short change of scenery
before returning to rescue the anxious Tony, who had shut up shop in his
absence and was waiting to reopen the doors at his work-partner’s return.
They were now ready to continue – opening the workshop day
after day, here a little, there a little, appreciating these small beginnings with
the knowledge that much more was yet to come.
...
julio del 2017
Las aventuras automotrices de Josué y Tony—Parte 2: ‘Pequeños Comienzos’
Pasando los
días, Josué y Tony se entretuvieron haciendo jardinería, limpiando, y
arreglando los vehículos de la familia. La camioneta de mis suegros, la moto de
mi suegro, la moto de Tony… Les dieron arreglos excelentes y por el gran precio
de cero dólares.
Pero aun
así, siguieron con esperanzas.
La próxima semana,
el letrero finalmente estaba listo, y lo pusieron afuera del taller para anunciar
la presencia de su negocio. Invitados de una fiesta al costado entraron para
ver, y taxistas y motociclistas pararon para averiguar un precio.
La
siguiente idea fue ofrecer un día de lavada de autos. Con champú y condicionado
en oferta, podían atraer unos nuevos clientes que luego pasaran la voz acerca
de la maravillosa lavada en el taller de Josué y Tony.
Poco a
poco, los clientes venían—para un servicio, un cambio de aceite, un chequeo
general y remplazamiento de partes. Se subían los carros en la elevadora, y se
bajaban como nuevo, deleitando a los clientes.
Sin
embargo, no todos estaban de acuerdo que el precio estaba bien. Algunos querían
pagar menos y otros más. Pero Josué y Tony sabían pedir lo justo, y también
aceptaban tranquilamente cualquier monto adicional que el cliente deseara
ofrecer.
Hubo una
pequeña pausa en el progreso cuando Josué tuvo que desaparecer por algunos días
para recibir a sus suegros australianos en Lima con su bella esposa Rosanne.
Viajaron de noche y llegaron en Lima tempranito con un día para relajarse y
pasear antes de que los padres de Rosanne llegaran en el aeropuerto Jorge Chávez
en Lima.
Todo
juntos, tomaron taxis, caminaron en la costa y probaron lo mejor de la comida exótica
y local. Josué disfrutó del cambio de vista antes de regresar para rescatar al
ansioso Tony, quien había cerrado el taller en la ausencia de su compañero de
trabajo, esperando su regreso para reabrir.
Ahora sí
estaban listos para seguir—abriendo el taller día tras día, a veces haciendo una
lavada o un cambio de aceite, apreciando estos pequeños comienzos y sabiendo
que habría mucho más al largo del tiempo.